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Desde hace milenios, el cuidado de la tierra ha sido una misión cultural. Hoy en día, el mantenimiento del paisaje rural y la fabricación concomitante de alimentos de alta calidad es solamente posible a través de una renovación deliberada de la cultura agrícola. Las personas que practican la agricultura biodinámica quieren contribuir a esto buscando un desarrollo conjunto del ser humano y la tierra, elaborando los conocimientos necesarios y poniéndolos en práctica en las explotaciones. El resultado es una agricultura sostenible que asume la responsabilidad social y económica para el futuro.
Ocho lecturas de Rudolf Steiner del año 1924 forman los "Fundamentos espirituales para la renovación de la Agricultura". Mucho antes de que el término "ecología" se pusiera de moda, Steiner desarrolló la idea de entender la agricultura como un organismo y de diseñarla como tal – individualmente en cada lugar. El suelo, la vida del suelo, la flora y fauna son, por naturaleza, estrechamente interdependientes. Una variada rotación de cultivos, una fertilización orgánica armónica, una cría apropiada de animales que son alimentados con forraje producido en la propia granja y el diseño deliberado del paisaje, p.ej. mediante la plantación de setos o biotopos húmedos y la gestión de bosques forman la base para la intensificación de los ciclos naturales.
Una agricultura sana resulta por el fomento específico de los procesos de la vida. Los objetivos son el mantenimiento el incremento de la fertilidad natural del suelo, la mejora de la resistencia de las plantas a plagas y enfermedades, la producción de alimentos de alta calidad – es decir, de alimentos que fomentan la vitalidad de los seres humanos y animales. Las sustancias que se utilizan en la explotación deben provenir de lo vivo, y las plantas y animales deben desarrollarse en armonía con su emplazamiento durante generaciones. En conformidad con sus ritmos y leyes, el agricultor integra en su trabajo las fuerzas e interacciones, el medio ambiente y el cosmos.
Agricultores y jardineros biodinámicos aumentan y armonizan la fertilidad del suelo y los procesos de la vida, apoyan las fuerzas de autorregulación en el ecosistema y producen una calidad característica de alimentos mediante preparados de plantas medicinales y envolturas animales que han sido obtenidos en procesos naturales.
La agricultura no se desarrolla de forma independiente de la sociedad. Las granjas biodinámicas asumen su responsabilidad social. Crean oportunidades de formación y empleos, experimentan con nuevas formas sociales y jurídicas que son apropiadas para la agricultura, integran tareas socioterapéuticas y fomentan al acercamiento entre la ciudad y el campo.
Hoy en día, Demeter es la única asociación ecológica que existe en todo el mundo. Las normas de la agricultura biodinámica son consideradas como las más amplias y severas del mundo; se basan en la visión antroposófica del mundo de Rudolf Steiner y sus propuestas para una agricultura viva. 120.000 hectáreas se cultivan mundialmente en conformidad con las directivas de Demeter.
Enlace a la Asociación de Demeter Austria